En una mesita, sentado, con velita estás,
permaneces bien trajeado, perfumado y apuesto,
las campanadas de fin de año van a tocar,
miras a tu alrededor y ves a la gente bailar,
tu eres el maniquí que todo el mundo mira y nadie toca,
yo te miro y tus acuosos ojos veo,
te hago sonreír
cuando mi pecho contoneo
además subo lentamente la falda por mi pierna
llego hasta mi cadera y ves mi sexy tanguita,
tu pájaro sale del nido,
me doy cuenta de que
estás vivo,
necesitas amar
yo también quiero sentir,
sentirme deseada,
sintamos y amemos y volemos.
Ahora tenemos más valor:
El valor del ser y del estar.