Tu vibrares siento solo con mirarte,
nos miraros, nos acercamos, nos abrazamos y nos acaloramos,
hasta que mis vibrares sientes igualmente.
Me cuentas que has ido a comer hasta saciar el hambre o quizás tu ansiedad,
pediste almejas frescas y francesas para mayor colmo,
mientras las comías saboreabas en tu mente también,
imaginando que además saciabas tu libido con según dices, mi delicada y sonrosada mariposa,
que muy cerradita está,
que te gusta como ninguna otra,
y según vas elucubrando y ahora me lo estás susurrando,
lo haces a la vez que te desvistes suavemente y
yo imito tus movimientos, con picardía,
mis instintos más primitivos y naturales y a la vez vitales,
están emergiendo efervescentemente,
mi piel se va enervando
y mi mariposa desplega sus alas,
además nuestros efluvios se unen nos reavivan y nos desbordan
nos dejamos llevar como potros desvocados en el placer sexual y mental.
Al final la calma llega y nos bebemos y nos regustamos a besos,
al unísono acaba el encuentro en un extásis sexual y mental satisfecho.
Bon apetit.
María.

Energía vital.